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Cápsula cinema: Candyman

Redacción: Laura Ramírez

17 de septiembre 2021

Uno de mis géneros favoritos en el cine es el terror, pero hacer una película de terror considero que es realmente difícil porque no son sólo fantasmas apareciendo rompiendo cosas, gente gritando y demonios matando; el terror va mucho más allá hasta hacerte sentir muy incómodo. Candyman llega para recrear y continuar la leyenda urbana sobre este temible personaje que te asesina después de decir cinco veces su nombre frente a  un espejo. 

 

El personaje es bastante aterrador pero la historia que se cuenta en esta película es brutal. La historia principal de este ser 'sobrenatural' es que era un hombre con una mano de garfio que daba dulces pero fue brutalmente asesinado ya que la policía buscaba a un despiadado asesino y como él, hablando en la época del siglo XIX,  no era una persona común y además era negro viviendo en una época muy racista; era básicamente el culpable perfecto aunque no lo fuera realmente. 

 

Al final ese sujeto es sólo un espíritu que posee cuerpos para cobrar venganza por la injusticia que cometieron contra él y se convierte en un asesino con causa: no mata personas porque sí. Cabe destacar que esta película es una especie de secuela de la película de 1992, en la que se cuenta la misma historia de CandyMan en el momento en el que muere y sobre Helen, la periodista que llega para averiguar sobre el personaje y sobre Cabrini Green, el pueblo donde se origina.

 

En resumen esta nueva  película cuenta la historia de un artista negro que quiere ser reconocido por sus obras de arte, pero vive en un pueblo marginado, Cabrini Green, el lugar que tiene un complejo y oscuro pasado aunque no muchos conocen esa historia. Al inicio, en la película se muestra una escena que hace referencia a la primera ya que muestra, años atrás, cuando asesinan a Daniel Robitaille, el original CandyMan. Sin embargo, más adelante hacen un flashback que muestra la historia de la periodista que investigó los hechos y que intentó robar un bebé para reivindicar a CandyMan y dar a conocer su verdadera historia. La forma en la que muestran esa historia visualmente es a través de marionetas como sobre un lienzo pero también un espejo. 

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Lo más destacable de esa escena es que se une con la actualidad y conecta al nuevo protagonista.

 

Hablando del protagonista, siendo un pintor en busca de inspiración, descubre a través de esa historia, la leyenda de CandyMan, empieza investigar y encuentra allí un gran futuro y una obsesión.

 

Su nombre es Anthony McCoy y ese nombre se convierte en una nueva leyenda desde el momento en el que crea una exposición aterradora la cual pone detrás de un espejo. La exposición se llama 'Di mi nombre' y cuando abres ese espejo descubres muchos cuadros con rostros muertos y sangrientos. Desde que esa exposición sale a la luz se invoca de nuevo a CandyMan y la gente empieza a morir. 


La historia está muy bien construída y era de esperarse ya que las expectativas que recaen sobre Jordan Peel, quien es el productor y creador de esta película así como de Get Out y Us, cintas que por si no las han visto también tienen terror pero con una profunda crítica social hacia las problemáticas que viven los afroamericanos siendo rechazados gracias el racismo. CandyMan es también esa reflexión hacia las problemáticas racistas en Estados Unidos, de hecho las únicas personas que mueren en manos de CandyMan son gente blanca.

 

El mensaje que deja esta nueva película en ese sentido, es muy profundo y aunque es muy claro y muy explícito a diferencia de Us, que es mucho más de inferir y analizar, CandyMan usa los elementos del terror en su totalidad como una herramienta para explicar ese conflicto y cobrar venganza. 

 

Al final, como dije es bastante obvia la necesidad de dejar en claro que esta es una película en crítica al racismo porque la novia de Anthony McCoy, es capturada y la policía pretende incriminarla como cómplice del asesinato de todas las personas que murieron en manos de CandyMan, pero para liberarse de esa injusticia, ella misma lo invoca para que mate a esos policías blancos. Cuando la venganza termina frente a los ojos de la mujer, las últimas palabras de CandyMan son: "cuenta mi historia".

 

A eso me refiero con que es muy obvio, pero no le quita lo positivo y en mi posición es una película muy buena, además los créditos finales siguen siendo parte de la película porque muestran a través de marionetas y sombras, muchas injusticias con hombres que fueron víctimas del racismo y son en esencia Candyman.

 

Con respecto a su objetivo de ser una crítica social para mí lo cumple totalmente y con respecto al terror, es tan espantoso y asqueroso que te pone la piel de gallina y hace que te retuerzas en la silla. Es una película tan incómodamente buena que se lleva el micrófono.

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